
El problema central es la generación de lixiviados contaminantes cuando la cáscara se descompone en las fincas. En Colombia, cada año, el procesamiento del café genera cerca de 784.000 toneladas de residuos de cereza de café, que solo el 40% es el grano; el 60% restante es subproducto .
La cascara de café produce grandes emisiones de CO2 y metano.

En Biohunters, convertimos el residuo en un recurso a través de la ciencia. Nuestro proceso patentado toma la cáscara de café deshidratada y la somete a una micro-pulverización, logrando partículas inferiores a 30 micras.
Este finísimo polvo se convierte en una materia prima de alta ingeniería, diseñada para una aplicación fluida y eficiente en múltiples procesos industriales, abriendo la puerta a una innovación sostenible sin precedentes.
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